29 agosto 2008

Rememorando las vacaciones, cap. 2

De cómo la protagonista de esta triiiiste historia cambió su Móvil patatero por una Super-Nueva-Blackberry-Osea, y pese a las apariencias, fue todo sin querer!!

Era una noche muy tranquila en el Desierto del Gobi... digo... en el Cabo de Gata.
Había habido un tiempo excelente durante el día (Traducción: Un calor axfisiante, y un sol omnipresente, hasta puntos que no se pueden imaginar si no se ha ido a esos lugares lejanos del mundo), y nuestros atareados protagonistas, tras volver de las paradisiacas playas de San José, se habían tomado un refrigerio en el poblado (concretamente, un tinto de verano con unas Tapas en el Bar La Glorieta, en Nijar), antes de subir a la luna (lunera) que es donde estaba su alojamiento (bueno... sólo un poco menos...)

Al llegar, en la casa hacía calor y subieron a la terraza, desde donde se veían unas vistas maravillosas de toda la región que se asentaba a sus pieses (Sobre todo por la noche, porque no se ven los invernaderos)

Mientras que él comenzó a intentar sintonizar la televisión para verla desde la terraza, nuestra atractiva protagonista se sentó en una silla de playa con su móvil jurásico y una vela antimosquitos a sus pies.
La tarea de sintonizar se alargó más de lo necesario (de hecho duró días y días.... y me temo que sigue en el mismo estado después de estas atenciones) y, mientras todos los mosquitos de Almería comían para guardar para invierno, ella comenzaba a caer en un soporrrrrrr

Vaya, que se dormió profundamente.

Con el cerebro completamente líquido, salió de la terraza tropezándose con sus propios pies y cayó sobre la cama.

A la mañana siguiente, fueron de nuevo a la playa, y tuvieron un día muy ajetreado.

Montaron un Cortaviento muy sofisticado (que sólo funcionaba cuando no había viendo), y tuvieron que desmontarlo con 80 grados a la sombra y un aire (creo que era Poniente) como para ganar una carrera de Regata. Comieron al sol, mientras el sol los comía a ellos, y volvieron al coche para cambiar de playa.
Pasearon, hicieron fotos, se quemaron, se bañaron... y cambiaron de bolso 20 veces para hacer cada una de las tareas.

Cuando llegaron de nuevo, no encontraban el móvil. Así que llamaron y... se acabó la batería ¡¡Pardiez!! lo buscaron por arriba y por abajo, en la cocina y en el baño, en las mesas y en las sillas.... y no encontraron rastro del mismo.
Sólo quedaba la opción de que se hubiera quedado en el coche.

Al día siguiente (ya van 3) el móvil no estaba en el coche, así que, dándolo ya por muerto, avisaron a la compañía para que procediese a su bloqueo.
Esa tarde, fueron a la Capital (de provincia) y enc0ntraron una tienda de móviles, que por... 1.500 puntos y muy poquito dinero les vendían un Smartphone, una Blackberry.

Y lo compraron!

Y el resto os lo imaginais: Llegar a casa, abrir la terraza... y encontrar allí, solitos en el suelo, el móvil y la vela antimosquitos, tras llevar 2 días enteros bajo la solanera del único desierto real de Europa...

¡¡Os juro que no fue aposta!!

... Y el siguiente capítulo de Rememorando las vacaciones, podremos conocer las cositas que hace mi sobri, y ver las fotitos guay...

1 comentario:

helen dijo...

Hola Sarryyy!!! estaba navegando por estos mares binarios cuando me acordé de tu blog y aqui estoy, 3 días navegando contra mareas y tempestades ("estoy en el curre")te tengo vigilada shhhh que te veo
(Scream)pocezo, tienes un blog genial!!! me encanta tu soltura y elocuencia redactando, el club de la comedia te necesita, tu ironía, su sarcasmo es chupi chupi.
No es peloteo me considero objetiva, que no objetivo (no vaya a ser que a uno le de por ganar puntos atropellandome).
Bueno guapetona, sigue asi, con tu risueño semblante y la energía positiva que te envuelve. Besitos!!!!!