06 octubre 2008

El corazón de Piedra Verde

Ayer estuvimos en el Teatro de la Zarzuela, viendo El corazón de Piedra Verde del Ballet Nacional de España.

La obra está basada en el libro de Salvador de Madariaga , con el mismo nombre.

Yo no había ido nunca al Ballet, y la verdad es que no era tampoco un tema que me apasionase, pero una vez con la oportunidad de probar, no vamos a rechazarla. Me gusta investigar novedades!

Y muy bien, la verdad. Me costo al principio entenderlo, porque claro, una está acostumbrada al cine, tv o incluso (de Pascuas a Ramos) al Teatro, y entender un argumento complejo sin palabras ni diálogos tiene su intríngulis.
Estaba todo el rato pensando qué significaba exactamente lo que estaba viendo, porque claro, como interés por la emoción artística de la danza, pues más bien poco. Me interesa lo que están contando, y si no había historia corría el terrible peligro de quedarme frita.

Cuando llegó el intermedio entre el primer y el segundo acto, sospechaba que no había entendido nada, pero... me leí el libreto, y en la Sinópsis descubrí que había andado muy acertada (había confundido unos juegos para refrescarse en el río con una pelea a muerte, pero por lo demás, bien) Aproveché para leerme también el segundo acto, y así pude disfrutar del espectáculo, en lugar de andar agobiada pensando que Milk quería descir cada cosa.

La verdad es que me gustó bastante. El baile no me apasiona especialmente, pero la representación de una novela compleja en una actuación sin palabras resulta bastante interesante (sobre todo vestuario, decorado, escenografía y música)
.. Y además me sentí culta por un día!!!

Actualización 07-10*******

... Y no os había contado el tema el vestuario. Yo me imaginaba una cosa en plan "El lago de los cisnes": Un montón de gente en el escenario bailando con tutús y mallas, y zapatos achatados en la punta. (Vamos, más cursi que una lombarda con lazitos).
Y me encontré con una obra de teatro bailada, con actores-bailarines vestidos de soldados españoles, o de aztecas, o... directamente en bolas, si señor.

No, no eran visiones mías, no llevaban tanga: CREEDME, que no llevaban nada, nadita. Con la cola cual badajo bailando, al mismo son que ellos (Uy! Que erótico-festivo me ha salido el comentariooooo)

Y claro, no es lo mismo tutús que ----s, evidentemente!!

Vamos, que lo recomiendo!! (Eso si, y ahora en serio, mirad bien los sitios que desde los Palcos de los lados sólo se ve la mitad del escenario, y claro, no es lo mismo... jejeje)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jejeje, como en directo mucho ballet no veo y mucho teatro u opera tampoco (la agorafobia es lo que tiene, jejeje, o tenía más bien) me guardaré la propuesta y la pasta para más adelante pero gracias por la reseña, como siempre. Lo que me recuerda a tu prima intentando que vieramos más cine no-norteamericano con lo de "El olor de la papaya verde" (yo sigo sin haberla visto, en fin...)
no me resisto...
la papaya era verde
la papaya era azul
la papaya era roja
(y aunque seguro que recordarás el final de nuestro bello poema...)
la papaya eras tú. :P
besetes!!!